Larry Meyer es un agricultor apasionado que pudo vivir su sueño durante las últimas cinco décadas. En lugar de acudir a los campos de juego, como muchos de sus compañeros, pasó los veranos de su infancia trabajando en la granja de 200 acres de su padre. Más tarde se asoció con su hermano y pudo ampliar considerablemente sus tierras. “Cuando nuestras familias crecieron, decidimos separarnos. Hoy, cultivo unos 1200 acres junto con mis hijos.” En sus campos, al sur de File, Idaho, se cultiva maíz ensilado para las lecherías cercanas, pero también trigo de invierno, grano de malta, heno de alfalfa y judías comestibles.
En cuanto a métodos de riego, Larry ha visto de todo: desde el riego por gravedad (que considera “cosa del pasado”), pasando por líneas manuales suplementarias y tuberías con compuertas, hasta llegar a los modernos sistemas de pivote que ahora cubren alrededor de tres cuartas partes de sus tierras. «Hicimos la conversión en los últimos 15 anos,» dice, y añade: «Es una forma de cultivar muy distinta a la que practicábamos cuando éramos pequeños.»
“Estábamos gastando un paquete de aspersores en 3 años: el agua turbia se los estaba comiendo. Fue entonces cuando decidí cambiar a Komet.”
NEBULIZACIÓN, DONUTS & CORROSIÓN. Como sabe cualquiera que trabaje con la naturaleza: a veces el cambio es la mejor forma de garantizar la continuidad. Larry se pasó a Komet después de trabajar durante años con paquetes de aspersores de distintas marcas, ninguno de cuales le ofrecía la calidad y longevidad que necesitaba. “Como utilizo aguas residuales en mi pivote lineal, siempre teníamos que cambiar los aspersores: el agua turbia se los comía” explica. “Así que siempre buscábamos un aspersor que pudiera soportar los sedimentos”. Aparte de los problemas medioambientales, como las temperaturas más frías y los vientos más fuertes, Larry tenía que resolver otro problema: «Si miras los aspersores de ambos competidores, verás la nebulización justo debajo de cada aspersor. Simplemente no conseguía la distribución que me gusta.»
KPT – EL POR QUÉ Y EL CÓMO. Al final, el Komet Precisión Twister (KPT) fue la solución obvia. Sus materiales ultrarresistentes son sólo una de las razones por las que el KPT supera con creces sus competidores, incluso en aplicaciones de trabajo pesado. Pero el verdadero secreto del éxito del KPT es su exclusivo sistema de rotación, diseñados para ejercer una tensión mínima sobre los componentes clave del aspersor. ¿Cuál es el resultado? Una durabilidad excepcional y una vida útil inigualable.
Como explica Josh Mosier, Director Técnico de Komet para Norteamérica: “El KPT es un aspersor de eficacia probada fabricado para las condiciones más duras. Soportará aguas ferrosas, fertilizantes, calcio, residuos, arena e incluso líquidos agresivos como la vinaza con el máximo rendimiento y durante muchas temporadas de cultivo.” Otra ventaja única es el tamaño de gota del KPT, optimizado mediante una investigación exhaustiva para resistir la deriva del viento y proteger al mismo tiempo los cultivos frágiles. “El KPT es sin duda el aspersor con la mayor consistencia de gota del mercado”, continua Josh Mosier. Gracias a su configuración de ranuras de alta ingeniería y a su sistema de frenos que responde al caudal, “el KPT garantiza un tamaño de gota controlado y un rendimiento constante en todo el rango de boquillas”.
“Con mis otros paquetes de aspersores, simplemente no conseguía los patrones que me gustan.”
Para Larry y sus hijos, los resultados hablan por sí solos. “Este es mi primer año con los Komets en la cima [KPT Peak] y tiene muy buena pinta. Me gusta el lanzamiento del KPT – tirar el agua hacia arriba en lugar de directamente hacia afuera. Mi hijo también ha notado una gran diferencia en cuanto al patrón de riego. No para de decirme: ¡Papá, tiene muy buena pinta!”
Vea el brillante resumen de Josh Mosier sobre las 5 características clave que distinguen al KPT de otros aspersores de pivote del mercado.