Desde las tortillas mexicanas hasta la polenta italiana, desde el ugali en África hasta el makki ki roti en India – desde el cocolosi rumano hasta el pan de maíz y la sopa de pescado en los Estados Unidos: maíz es un ingrediente básico en las cocinas alrededor del mundo. De hecho, este altamente adaptable cultivo se cultiva en todos los continentes, excepto Antártida.
Acaloradamente debatido. Otros cultivos de cereales, como trigo o arroz tienen más o menos parientes obvios que crecen en la naturaleza. Pero la planta de maíz con sus granos blandos y almidonados, dispuestos en una mazorca, parecían haber surgido de la nada. Los científicos tardaron mucho tiempo en ponerse (mayormente) de acuerdo en que el maíz procede del teosinte, una gramínea silvestre, hallada en las tierras bajas de México y domesticada por agricultores mayas y aztecas. 9000 años después, el maíz viene en cualquier color, textura y tamaño de grano y se sitúa entre los tres cultivos más extendidos en todo el mundo.
En todo el mundo. Los Estados Unidos producen el mayor volumen de maíz, enfocando en primer lugar la alimentación de ganado y uso industrial (p.e. etanol). En 2023 el maíz supuso 80.1mil millones de dólares de ingresos agrícolas del país. Más de la mitad de este resultado se produce en los estados del Cinturón del maíz Iowa, Illinois, Nebraska, Minnesota e Indiana. En la parte oriental del Cinturón del maíz, se tiende a cultivar el maíz en secano, – a veces complementado con sistemas viajeros o sólidos. En resumen 5 millones de hectáreas de maíz de los Estados Unidos están bajo irrigación mecanizada (mayormente pivote central). Sólo una fracción del cultivo de maíz en los Estados Unidos se convierte en productos de alimentación, como harina de maíz y cereales para el desayuno.
En algunas partes del continente de Asia y de África la proporción es muy diferente: rica en hidratos de carbono y un alto rendimiento por hectárea, el maíz desempeña un importante papel referente a la seguridad alimentaria en muchos países en desarrollo, principalmente en las zonas más rurales.
En la África subsahariana casi todas las tierras cultivadas están dedicadas al cultivo de maíz: maíz amarillo se cultiva como alimentación del ganado y también para el consumo humano. Maíz también se adapta a climas continentales de Rusia, Kazakstán y Rumania, produciendo harina, cereales, etanol, ensilaje y almidón. Los inviernos nevados y las primaveras frías en estas regiones conllevan, que las temporadas de la plantación se retrasan a menudo, con el riesgo añadido de nevadas tardías o lluvias heladas que matan las semillas en germinación. A pesar de estos retos, el maíz representa 2.600.000 hectáreas de cultivos en Rusia, 200.000 hectáreas en Kazakstán y 200.000 hectáreas en Rumanía. Los métodos favoritos de irrigación van desde pivote central, filas de mangueras, sistema lineal de riego, hasta llegar al cultivo en secano.
Rentabilidad es uno de los desafíos al que se tienen que enfrentar los agricultores de maíz – independientemente de que estén en los Estados Unidos, en Europa o en un estado MENA como Egipto, donde a las lluvias escasas se suman muchas veces altos costos de semillas y equipos. Especialmente con un cultivo intensivo en agua como el maíz, un sistema eficiente de irrigación puede reducir los costos de producción y aumentar las márgenes de beneficio. Difíciles son igualmente las más frecuentes sequías, que llevan a una mayor necesidad de irrigación mecanizada, lo que a su vez contribuye a un agotamiento de los recursos de agua existentes. En muchas partes de los Estados Unidos p. e. acuíferos que han suministrado agua durante décadas, han disminuido cerca de niveles inutilizables. Ser capaz de producir cultivos con bastante menos agua, es por lo tanto esencial para el futuro de la agricultura, prácticamente en cada parte del mundo.
Estrategias de irrigación. Especialmente entre agricultores en los Estados Unidos parece haber un notable cambio de la instalación de mangueras de bajante a instalaciones superiores. El maíz necesita una distancia al suelo mucho mayor que otros granos como soja o trigo – y los híbridos modernos de maíz son más densos y de mayor grosor que nunca. Esto quiere decir, que, si los aspersores montados en caída sobresalen de la frondosa cubierta vegetal, es prácticamente imposible evitar una pérdida de uniformidad.
Aspersores innovadores como el KPT PEAK – la variante de la parte superior del tubo, insignia KPT de Komet, son capaces de evitar los problemas de interferencia en los cultivos, mientras que ofrece casi la misma resistencia contra la deriva por el viento, que el modelo montado en caída.
Cuando llega a un dosel de maíz alto y denso, un paquete de aspersores top-of -pipe bien diseñado, superará una instalación montada en suelo con el mismo espaciado.
Como alternativa, se puede tomar completamente otro camino, instalando un paquete de aspersores poco espaciados con poca distancia al suelo. Esto es una buena opción cuando el agua es muy escasa, ya que asegura una aplicación efectiva con pocas pérdidas, una ventaja bienvenida en escenarios donde cada gota cuenta.
En Egipto, donde se cultiva maíz en cerca de un 20% de tierra agrícola, los agricultores están en transición del tradicional riego por inundación al riego por goteo. Este método funciona sólo en condiciones muy específicas de campo, pero – en la configuración adecuada – puede ayudar a minimizar pérdidas por evaporación y a la entrega directa del agua a la zona radicular. En Egipto cerca de un tercio de la producción de maíz se riega con pivotes centrales. También encontrarás algunos cultivos de alimentación puramente pluvial en el norte del país.
Los cultivadores comerciales, en cambio, recurren al riego por pivotes a gran escala: alrededor de un tercio de la producción egipcia de maíz se riega con pivotes centrales. También hay cultivos de secano en el norte del país.
En Brasil, cerca de un 10% de los cultivos de maíz se riega con pivotes centrales – la gran mayoría con instalaciones de mangueras. En esta región se planta el maíz típicamente justo cuando la temporada principal (soja) ha terminado. Es una temporada del año con menos lluvia natural, así que la irrigación mecanizada puede suponer una gran diferencia – incluso duplicar el rendimiento. Una gran ventaja de este método de “plantación secundaria” es que el suelo está cubierto de las hojas desechadas de la soja, lo que ayuda a retener la humectación y aporta nutrientes orgánicos para el maíz.
Programación de irrigación. Otro elemento clave de una irrigación efectiva es el uso de sistemas de vigilancia de vanguardia. Mediante el seguimiento de parámetros, como la salud del suelo, cobertura y rendimiento de los cultivos, eres capaz de adaptar tu irrigación a las necesidades actuales del cultivo. Esto podría ser aún más relevante para cultivos como el maíz, cultivados en tantas zonas climáticas – y viniendo en tantos híbridos diferentes – así que están mucho más allá de cualquier enfoque de “talla única”. Estas modernas tecnologías de irrigación pueden ir desde imágenes por satélite y drones hasta sensores IoT y AI (Inteligencia artificial) Es un ámbito en constante evolución, cada día más preciso.
Muchos sistemas de pivote de última generación ya ajustan su programa de riego a las condiciones meteorológicas actuales. Si estas innovaciones orientadas al futuro son combinadas con un paquete de aspersores de alta ingeniería y diseño experto, nada se interpone en el camino hacia una irrigación de máxima eficacia.
Si quieres compartir tus experiencias en el cultivo de maíz en tu región, si tienes alguna pregunta o quieres profundizar en los temas antes mencionados, nos encantaría saber de ti.
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