Los juegos olímpicos son la meta de cada atleta de alto nivel. ¿Quién iba a pensar, que también nuestros aspersores de gran alcance verían un día los famosos anillos? En el año 2006 recibimos la sorprendente solicitud de equipar el Estadio Olímpico de Pekín con aspersores emergentes para el riego del césped.
Nuevas dimensiones del riego de campos de deporte
El CSO Hugo Drechsel recuerda: «Dos años antes de que tuvieran lugar los juegos olímpicos en Pekín, nos contactó uno de nuestros partners americanos. Éste había recibido el contrato total para el riego del césped y zonas verdes del ámbito olímpico, incluyendo el estadio.» Éste último era la parte central del gran evento y por lo tanto necesitaba el mejor posible equipamiento. «Sin embargo se necesitaba aspersores emergentes automáticos, cosa que entonces no teníamos en nuestro surtido. Nos pidieron que remodeláramos el Twin Aspersor de Gran Alcance de tal forma, que pudiera ser soterrado. «Naturalmente pudimos corresponder a este pedido y a esta oportunidad» constata Hugo todavía con satisfacción. Pero la presión que ello representaba para los tres gerentes de Komet era considerable: El pedido venía de una empresa, pero el cliente era el Estado de China, una tarea pues, lejos de ser fácil. «Esto fue para nosotros el primer riego de césped de este orden de magnitud. Además, no nos dieron un calendario concreto, así que prácticamente tuvimos que acelerar de cero a cien.»
Aspersores emergentes de la casa Komet en Pekín
Esto lo conseguimos. Para el césped natural en el Estadio Olímpico, sensible al agua, se necesitaba un aspersor con una distribución del agua extremadamente fina, como la proporciona óptimamente el Komet Twin 101. «Nuestros ingenieros habilidosos incorporaron el aspersor de gran alcance, junto a un especialmente diseñado sistema de mando, en una caja. A la hora de regar el césped, se abre la tapa de la caja y el aspersor se posiciona y entra en función. Hecho el trabajo, el aspersor vuelve a la caja y la tapa se cierra automáticamente» explica el gerente de Komet. Pero, al igual que un deportista tiene que someterse a duros entrenamientos, también el aspersor emergente de Komet tuvo que aprobar numerosos ensayos. «Construimos en la sede de la empresa una zona de pruebas que se asemejaba a las condiciones en Pekín. Nos costó dos años de investigación y retoques para conseguir la solución perfecta y, al tenerla, transmitimos todas las instrucciones al constructor in situ», comenta Hugo. Durante los Juegos Olímpicos del verano 2008, seis Aspersores de Gran Alcance de Komet aseguraron las zonas intensamente verdes en el estadio de Pekín.
