La Media Dorada: Irrigación de cultivos de zanahorias

Baja en calorías, rica en nutrientes y fibras: La zanahoria figura como el segundo más popular vegetable después le la patata y desde hace tiempo es considerado ya en todas las cocinas del mundo como alimento básico altamente saludable. Empezando como planta silvestre en Asia Central, la daucus carota encontró su camino a Europa a través de las antiguas rutas comerciales. Siglos más tarde fue introducida en el Mundo Nuevo, donde llegó a ser un importante cultivo alimenticio & medicinal, tanto para los colonos nativos americanos como europeos. Actualmente los Estados Unidos, junto a Rusia y China, pertenecen a los mayores productores de zanahorias.

Hay centenares de variedades de zanahorias, cada una con su propio color, tamaño y sabor. Lo que todas tienen en común es que requieren una preparación del suelo muy especial, ya que la zanahoria es un cultivo de raíces y se desarrolla bajo tierra. Por eso es esencial asegurar que los semilleros estén libres de obstáculos como piedras o tierra apelmazada, lo que puede frenar el crecimiento de las plantas y causar deformaciones como bifurcaciones.

Además, el cultivo de la zanahoria cuenta como uno de los más delicados cuando se trata de riego por aspersión.

Irrigación. La irrigación mecanizada es una opción ideal para estos cultivos, ya que las zanahorias necesitan una humedad consistente durante toda la temporada del cultivo. Pero especialmente durante el período frágil de germinación, es de vital importancia elegir un diseño de aspersores que garantiza el tamaño adecuado de gotas.

Las gotas demasiado grandes son muy perjudiciales. Su elevado efecto cinético puede causar diversos problemas: desde el desplazamiento de las semillas (que provoca la interrupción de las hileras de plantas y una germinación desigual) hasta la compactación del suelo (que impide que las plántulas empujen a través de la superficie), pasando por la erosión del semillero, que expone las semillas a roedores y aves. El mismo cuidado debe tenerse durante el ciclo de crecimiento intermedio (después de que las plántulas hayan emergido, pero antes de que alcancen la plena vegetación). En esta fase, las fuertes gotas pueden seguir dañando las plántulas por impacto, o exponer sus raíces por erosión, de modo que ya no puedan extraer agua y nutrientes del suelo. Se podría pensar que, para evitarlo, la solución es utilizar gotas más pequeñas. Pero si las gotas son demasiado pequeñas, pueden perderse por la deriva del viento y la evaporación antes de que tengan la oportunidad de impregnar el suelo. El objetivo del riego es, por tanto, reducir el efecto cinético sin comprometer la eficacia de la aplicación.

En primer lugar, esto significa que deben evitarse aspersores con deflectores con los surcos muy finos y elegir en su lugar deflectores con surcos más anchos y, por tanto, patrones de distribución más suaves. Algunos agricultores utilizan también métodos estructurales para reducir las precipitaciones inmediatas, como los sistemas boomback o la alternancia de bajantes sobre el tirante. Ambas opciones permiten que el agua se filtre en el suelo más lentamente.

Sin embargo, a menudo se utiliza una presión de funcionamiento ligeramente superior (por ejemplo, 15 psi / 1 bar), ya que así se puede reducir el tamaño de las gotas. Pero aquí es donde las cosas pueden complicarse. En el siguiente vídeo, vemos un ejemplo clásico de lo que ocurre cuando se selecciona una configuración de aspersores incorrecta. Obviamente, la intención en este caso era regar con gotas pequeñas para proteger el suelo y las plantas, pero el resultado es una eficacia de distribución del agua muy pobre, como muestra la neblina visible:

Wrong carrot irrigation
Wrong carrot irrigation

De hecho, gran parte del agua distribuida se pierde incluso antes de llegar al suelo.

Entonces, ¿qué se debe hacer en su lugar? Para evitar este percance, es importante elegir un tipo de aspersor que mantenga un número constante de revoluciones por minuto (RPM) incluso cuando se aumenta la presión. Con la mayoría de los aspersores rotativos convencionales, el aumento de la presión de funcionamiento conduce inevitablemente a un aumento de la velocidad (RPM) del aspersor, lo que produce gotas extremadamente finas y, por tanto, la neblina de agua que se muestra en nuestro vídeo.

El Komet Precision Twister (KPT), por su parte, dispone de un sistema patentado de frenado interno basado en la compensación hidromecánica. Esto permite al KPT mantener una velocidad de rotación constante a pesar de un aumento de la presión, lo que garantiza un control fiable y ultra -preciso del tamaño de gota emitido. En combinación con reguladores de presión como el KPR-X 15PSI, el Komet Precision Twister es capaz de regar incluso las plantas más sensibles con la codiciada «media de oro» de baja nebulización y alta eficiencia de aplicación.

¿Lo sabías? El 4 de abril es International Carrot Day.

 

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